sábado, 5 de abril de 2014

Simioreseña: Civilization

Gwydion nos trae una nueva simioreseña:

En la simioreseña de hoy hablaremos de un juego algo antiguo: Civilization. Publicado en 1980 y su primera y única expansión en 1991 y que al que jugué varias partidas por aquel entonces influenciado por el Sid Meier Civilization, pero, lamentablemente, nunca acabé ninguna partida.


El Civilization es un juego que requiere pensar y no actuar a lo loco y que combina estrategia, comercio y desarrollo de una forma elegante, brillante y compleja. El Advanced Civilization es una ampliación que mejoraba un juego ya bueno con cartas nuevas y mejoras en las reglas. Es un juego de la vieja escuela, con un manual de muchas páginas a letra pequeña y doble columna y reglas para casi todo (como el Dragon Pass, que ya comentaré en futuras simioreseñas). Lógicamente la duración de la partida es de varias horas. Aunque como he dicho nunca he acabado una por lo que no puedo decir lo que se tarda exactamente, pero sí más de 5 horas. Es por tanto, un juego para dedicar todo un día o al menos una tarde muy larga y las primeras horas de la noche.

En el juego, cada jugador representa una civilización mediterránea que inicia sus pasos en la edad de piedra. A medida que van pasando los turnos (o siglos) su población aumenta ocupando nuevos territorios y podrá fundar ciudades, que reportarán bienes de consumo para comerciar con otros jugadores y poder conseguir con ellos los preciados Avances de Civilización (tecnologías y conocimientos que reportan diversas ventajas a lo largo de la partida). Junto a los bienes de consumo aparecen desastres como epidemias, terremotos o ataques de bárbaros que pueden destruir tu recién formado imperio. Afortunadamente, durante la fase de comercio, podremos colar (o al menos intentarlo) las catástrofes dentro del trato comercial.

El juego no tiene azar propiamente dicho, puesto que no se realizan tiradas de dados aunque sí que está influido por las acciones de otros jugadores y, lógicamente por el comercio. El combate lo gana quien tiene el ejército más numeroso, aunque por propia experiencia puedo decir que se pierde casi más de lo que se gana iniciando una guerra. 


El juego dispone de diferentes fases (impuestos, aumentar población, mantenimiento de unidades, movimiento, guerra…) cada turno en las que todos los jugadores van actuando hasta llegar al final de turno. Las fases más queridas (por decir algo) son las de pago de impuestos para mantener las ciudades y las de mantenimiento de unidades navales que limitan los recursos al inicio de cada turno.

Una de las pegas del juego, sin contar con su duración, es que hacen falta al menos 5 jugadores para que tenga algo de gracia y eso, como sabemos, es complicado. Otra pega muy importante es que está descatalogado por lo que es muy complicado conseguirlo. Yo tengo una versión Print & Play, pero el trabajo y trabajo que me llevó hacerla fue importante. Conseguí finalmente un Civilización para 12 jugadores que, gracias a la expansión del Civilization Proyect, llega desde Hispania hasta la India. Aunque, en su día me sentí, muy orgulloso de mi obra, a día de hoy creo que el resultado es mejorable, pero no tengo tiempo para ponerme a repetirlo.



A pesar de todo, considero que es un buen juego para pasar un día entretenido, puesto que es un juegazo o un señor juego que da para mucho. Además creo que uno de los juegos a los que habría que jugar al menos una vez en la vida.

Nos vemos en la próxima entrada, ¡y jugad mucho hasta entonces!

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