jueves, 25 de septiembre de 2014

Gwydion, 25 años tirando dados (III): Los cambios


Entonces llegó Magic y todo cambió.  No me voy a extender mucho sobre este tema puesto que todos los veteranos ya lo conocerán.  La gente dejó de interesarse por el rol y comenzaron a jugar a Magic.  Todo el mundo pareció volverse loco y a sacar juegos de cartas y la gente a comprar cuantas más cartas mejor.  Algunos vendían sus colecciones de tebeos, juegos y demás, para sacar dinero y comprarse más cartas.  ¡Una auténtica locura!  Comencé a jugar a Magic porque no quería perder el contacto con los amigos, no porque realmente me gustase (de hecho cambié mis cartas hace ya muchos años a cambio de un gran montón de tebeos y no me arrepiento en absoluto).  A pesar de todo seguíamos jugando a Rol de vez en cuando.

Ya con 18 años, estudiando todos en la universidad y con nuevos conocidos, comenzamos a cambiar y a juntarnos cada vez menos.  Hasta que el grupo y el club se disolvieron de manera no oficial dejando 3 campañas a medias.  La Guerra de la Lanza fue una de ellas así como otra muy interesante de Warhammer Fantasy cuyo nombre no recuerdo.  Aunque un par de veces intentamos volver a reunirnos y probar con nuevos juegos como Warhammer o Necromunda, no lo conseguimos.



Poco tiempo antes, todos los clubes de la zona se habían unido para lanzar una actividad conjunta (creo que la única para la que nos pusimos de acuerdo) y conseguimos organizar unas jornadas de rol en las que hice de master.  Las jornadas no me parecieron nada del otro mundo y no creo que viniese mucha gente nueva, simplemente aprovechamos para jugar con otros grupos e intercambiar material, cosas que me parecen estupendas.  Para mí lo mejor fue que conseguí gratis un curso de tiro con arco.

Así pues entre la universidad y el tiro con arco mate un par de añitos de muy escasa actividad friki.  En el club de tiro, no recuerdo cómo,  me convencieron para que hiciese una partida de iniciación.  Todos querían que dirigiese Vampiro, que pegaba fuerte en aquel entonces, pero como no lo tenía se tuvieron que conformar con AD&D.  La partida fue muy bien y conseguí un grupo más o menos fijo del que surgió un nuevo grupo de jugadores: La Compañía del Anillo Curativo.  Tras varias aventuras sueltas comenzamos la campaña de La Guerra de la Lanza.  Aquellos fueron buenos tiempos.



Alain, un conocido de uno de mis jugadores, cumplió su sueño de abrir su tienda friki que se convirtió en el punto de encuentro de mucha gente.  Allí conocimos mucha gente nueva y diferente.  Conseguimos un local para jugar y lo mejor de todo es que conseguí iniciar en el mundillo a un grupo de chavales de 12 y 13 años y a la madre de uno de ellos.  Fue estupendo volver a ver la ilusión que tenían y cómo vivían las historias.  Jugué con ellos a AD&D y a Fanhunter y aunque me mudé y les dejé solos, creo que algún buen jugador ha salido de ahí.


Gwydion


Nos vemos en la próxima entrada, ¡y jugad mucho hasta entonces!

domingo, 7 de septiembre de 2014

Gwydion, 25 años tirando dados (II): Llegan otros juegos

Tras varios meses dirigiendo partidas cada vez más raras y conseguir llevar los personajes a nivel 9, conseguimos voluntarios para probar nuevos juegos: La llamada de Chtulhu, Star Wars, El Señor de los Anillos, Rolemaster y por fin ¡Runequest!. Algunos cuajaron más que otros. 



Star Wars nos gustó mucho pero el master venía poco por lo que sólo jugamos 2 o 3 aventuras.  Las suficientes para dejarnos con ganas de más.  La llamada de Chtulhu no cuajo en absoluto (y eso que es uno de los grandes clásicos del mundillo), Runequest tampoco cuajo, a pesar de jugar un par de aventuras realmente apasionantes, el sistema de magia y los momentos de reacción fueron demasiado para nuestra inexperiencia.  El señor de los anillos fue otra historia.  Además de tener un master que no faltaba, jugamos una serie de aventuras que, para nosotros se transformaron en clásicos:  La Saga del Archimago de Mang-Pang (supongo que influenciado por la isla de Pan-Tang de Elric).  El Rolemaster, como la expansión lógica del ESDLA, también tuvo su oportunidad, pero ralentizaba mucho la partida mirar tantas tablas y tampoco cuajó.



Para conseguir nuevo material recurríamos a las fotocopias.  Si alguno tenía material que interesaba lo pedía y lo fotocopiaba.  También intercambiábamos material con otros grupos.  Era una manera barata de conseguir nuevo material en los tiempos en los que no existía internet.

En el 91 cambiamos de edición D&D y pasamos a AD&D, primero con los manuales fotocopiados en inglés, una vez más gracias a Yannick y en el 92 ya me compré los manuales de traducidos publicados por Zinco. Además iniciamos a muchísima gente en el mundillo aunque, lógicamente, no a todos les gustó.  También por aquella época perdimos para siempre a dos jugadores: Haymar y Xabier (estéis donde estéis espero que allí también haya JDRs).

La vida transcurría sin grandes sobresaltos por aquel entonces.  Nos juntábamos todos los sábados por la tarde a jugar de 4 a 10 y en vacaciones casi todos los días.  Probamos juegos de tablero como el Risk, el Junta, el Britannia, el Civilización y el Kremlin.  Los 3 últimos fueron los que más nos gustaron pero lo importante para nosotros seguía siendo jugar a Rol y para jugar a rol nos seguía dando igual el sitio.  Lógicamente preferíamos cómodas sillas alrededor de una mesa, pero si no era así todavía nos apañábamos.

Poco después llegaron a nuestras mesas el Aquelarre y el Stormbringer que también se convirtieron en juegos habituales. Aunque el grueso de las partidas estaban dedicadas a AD&D y ESDLA.





Entonces surgió la moda de los clubs.  Todo grupo de roleros que se preciase debía tener el suyo.  Los clubs comenzaron a aparecer como champiñones y, en vez de juntarnos varios grupos para hacer algo grande, cada grupo de jugadores fundó el suyo.  No  me avergüenza decir que es un proyecto al que me opuse desde el principio.  Éramos un grupo de amigos que nos juntábamos para jugar y creía que así estaba bien.  Finalmente fundamos el club Noneim (No Name escrito más o menos fonéticamente puesto que no nos pusimos de acuerdo con el nombre).  Los miembros de otros clubs nos llamaban “noneimicos”.  El club realmente hizo muy poco, publicó un solo número de un fancine (proyecto al que también me opuse puesto que realmente sólo una persona tenía ganas de hacerlo y arrastró al resto) y en toda su historia no consiguió un solo nuevo socio aunque sí conseguimos que viniese nueva gente a jugar y que siguiesen viniendo semana tras semana.

Gwydion.


Nos vemos en la próxima entrada, ¡y jugad mucho hasta entonces!

viernes, 5 de septiembre de 2014

Primer aniversario de Juego de Monos

     Pues sí, han pasado rápido estos 365 desde que publiqué la primera entrada de este blog. Un espacio para compartir nuestras opiniones, partidas, (simio)reseñas, consejos y batallitas en general de nuestro grupo, tanto en conjunto como a nivel individual.

     Empezamos con mucha ilusión, y pasado todo un año, a pesar de sus lógicos bajones, hemos conseguido publicar más de 66 entradas (y las que nos quedan), más de 3800 visitas (en el momento de publicar esto), participar en una comunidad rolera muy activa y conocer gente muy interesante en este mundillo. Sinceramente, mucho más de lo que yo pensaba que conseguiría cuando sorprendí a los Monos con el blog y los primeros artículos. Concibo este blog como un repositorio nuestro, pero abierto para compartir con todo aquél que quiera.


     Debida a la poca experiencia de algunos miembros, pensé en darle un tono más de ayuda a gente novata con los juegos de rol, pero al poco de empezar me dí cuenta de que ya existen blogs sobre teoría del rol muy buenos, y que al final iba a escribir más de lo mismo sin llegar a aportar apenas nada diferente. Por tanto, fui cambiando el enfoque para centrarnos, por un lado en nuestros diarios de juego (comentarios sobre nuestras partidas, de rol o de mesa), incluyendo también referencias y detalles sobre una partida (Fiesta en Bird Valley) a modo de experimiento, y hemos abierto también un frente con los juegos de mesa (que hay muchos y algunos geniales) y francamente creo que ha funcionado muy bien. 

     Hemos participado en diferentes iniciativas como el Desafío de los 30 días, y el Carrusel Bloguero de Juegos de Rol, contado batallitas, objetivos e intenciones. Pero también hemos realizado bastantes simioreseñas y algún que otro artículo para novatos, y de rol en vivo.

     Los deseos para este nuevo curso los veo así:

 * Jugar lo mismo o más que en este curso pasado, y canalizar las energías de tanto director de juego en el mismo grupo, ¡incluyendo roles en vivo!

 * Profundizar en el rol para niños y como herramienta educativa, y pensar ya en la cantera de monos que ya nos quitan los dados y nos pintan las fichas de personajes

 * Superar las distancias utilizando y explorando aplicaciones y plataformas para jugar a distancia. Durante el pasado curso, el grupo ha ido uniéndose de nuevo geográficamente, pero aún tenemos un mono madrileño, y queremos que no se sienta solo.

 * Plasmar todo este entusiasmo del grupo en el blog y compartirlo con otros grupos.

 * Participar en las iniciativas roleras para crecer y fortalecer la comunidad.

 * Comer muchas pipas, ya me entendéis.

     Espero que pueda cumplir estos deseos durante este próximo curso, y compartirlo con vosotros.

Nos vemos en la próxima entrada, ¡y jugad mucho hasta entonces!